La importancia de tener un criterio

Cada vez estoy más seguro de la necesidad de formarnos en la importancia de tener un criterio ante la vida, la realidad y lo que acontece a nuestro alrededor.

A lo largo de mis años he tenido la oportunidad de toparme con muchas personas que han ido influyendo de distintos modos en mi manera particular de pensar. Han existido personas con las que he sentido que concuerdo enormemente y hay personas con las que siempre he sentido la lejanía de los pensamientos opuestos.

Lo verdaderamente importante ha sido que me he topado con personas, y qué maravilla cuando estas personas han pensado... igual a mí o diferente a mí, pero que han pensado, por sí mismos, con fundamentos y con aspiraciones concretas.

Creo firmemente que esto es lo que necesita Guatemala hoy en día. Estamos viviendo una época interesante en nuestro país. Una época en la que todo puede ser muy bueno o muy malo, dependiendo de la lupa desde la que lo veamos.

Esta época es una gran oportunidad, porque este sentimiento de coyuntura provoca sin duda la esperanza de una Guatemala distinta, protagonista de cambios y artífice de nuevos sueños nacionales. Sin embargo el gran peligro de esta coyuntura es responder sólo a los valores superficiales de el siglo XXI, sin poner atención a los grandes valuartes que, en este siglo y en todos los anteriores y venideros, representan pilares de nuestro pensar.

El aborto (y la legalización del mismo, porque son dos temas distintos), la pena de muerte, la inseguridad, la corrupción, etc. Creo que es fundamental comprender que éstos no son los problemas, sino las consecuencias a los verdaderos problemas, esos problemas a los que por miedo, ignorancia o falta de voluntad, no le entramos en realidad.

Creo que si nos sobreponemos a los debates mediocres de siempre, y empezamos a construir criterios fundamentados en ciencia, en ética (no en moral), en humanidad y en sociedad, podremos tener la esperanza de ser parte de una sociedad dialogadora, interdialogadora, que alcance verdad, no solo medias verdades.

Creo en Guatemala, creo en mi gente y creo en el futuro. Sobre todo creo que pensando profundamente podemos liberarnos de toda opresión (evidente y no evidente) para sembrar las bases de una Guatemala mejor, sincera, solidaria, comprensiva y sobre todo humana.

Comentarios

Unknown dijo…
La coyuntura de Guatemala depende de jóvenes que puedan dar su tiempo, sus ideas y sus esfuerzos por un cambio. Existen pocos espacios para poder conjugar estas necesidades pero existen. La formación de criterio va en una familia pensante y en un colegio y escuela que promueven la razón, no como un escudo, sino como una herramienta.
Los medios de comunicación deben unir esfuerzos y dejar de ocultar todo aquello que no conviene que se sepa.
Creo también en la fuerza de Guatemala y confío en que podremos encontrar los espacios de exposición.
Totalmente de acuerdo vos! Sin duda toda la sociedad debe poner su parte para transformarla. Cada uno, en el lugar donde estamos podemos hacer la diferencia.
Saludos y gracias!

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