Venciendo la competencia desleal

Sin duda una de las experiencias negativas que más me han impactado en el ámbito laboral / profesional ha sido la Competencia Desleal. Éste es un fenómeno que lastimosamente se da muy frecuente en las empresas en nuestro ámbito.

El problema radica en que cuando existe competencia desleal, el ánimo de la comunidad laboral puede verse gravemente afectado. Por ejemplo, si existe un trabajador cuyo desempeño no es adecuado, que se vale del apoyo de todos sus compañeros, utiliza los recursos en su propio beneficio o en general tiene beneficios especiales para hacer su trabajo; cuando esto sucede y esa persona sigue en el puesto no por méritos sino por compadrazgos o amistades con las jefaturas, provoca un sentimiento de injusticia que solo se puede traducir en malestar generalizado.

A continuación presento tres estrategias que, a mi criterio, podrían paliar un poco este grave problema para las empresas y para el clima laboral de las mismas.

1. Evaluación constante: considero fundamental que cada uno de los elementos que integran una empresa deben llenar el perfil para el cual fueron contratados. Por eso considero que una evaluación frecuente de desempeño puede  dar objetividad a las decisiones que se tomen en cuanto a la permanencia o no de algunos elementos.
   
2. Cuidado y supervisión en el proceso de selección: aunque me parece que no debería ser así, creo que es necesario que el proceso de selección cuide mucho las amistades, familiaridades o compadrazgos entre candidatos a puestos y colaboradores de la empresa para prevenir desde el principio este tipo de situaciones.
3. Rigor ético empresarial: pienso que una empresa debe caracterizarse por vivir valores específicos que los identifiquen. Por esta razón considero que todo el personal debería practicar acciones éticas, incluidos todos los colaboradores. De este modo, el cuidado ético se convertirá poco a poco en una cultura empresarial que caracterice a la empresa.

Finalmente me gustaría hacer ver que aunque este es un problema presente y vigente en nuestro

contexto, la solución fundamental se encuentra en empezar por mí mismo. La única manera en la que Guatemala va a cambiar es si cada guatemalteco cambia su forma de pensar y comienza a aportar a la sociedad sus valores y su integridad. Es así como realmente tendremos, paso a paso, la Guatemala que todos soñamos.